Una vez llamó a su casa, por teléfono, y se
contestó él mismo. No pudo creerlo y colgó. Volvió a intentarlo y nuevamente
volvió a escuchar su propia voz, respondiendo. Entonces tuvo el coraje de
preguntar por él mismo y su propia voz le dijo que no siguiera insistiendo
porque él mismo nunca más iba a volver. “Con quién hablo”, preguntó, por fin, y
escuchó, anonadado, lo que nunca debió oír. ¿Qué escuchó? Nadie lo sabe, pero
debió ser algo terrible porque él no pudo controlar la carcajada
creciente, asfixiándolo. Al día siguiente los periódicos no registraron la
noticia, cosa lamentable si se tiene en cuenta que todo periodismo de verdad
consiste en ir más allá de lo aparente, hacia la verdad total, y más si el
hecho tiene que ver acaso con un problema de orden metafísico en la compañía de
teléfonos. Usted mismo podría indagar la realidad de este suceso, exponiéndose
–eso si, por su propio riesgo– a que todos los teléfonos se confabulen una
tarde contra usted y lo silencien, definitivamente.
FIN
El Arte en la Vida, tiene como objetivo difundir el quehacer artístico de pintores, escultores, escritores, fotógrafos, artistas digitales, etc., sin fines de lucro. No posee los derechos de autor de las obras que aquí se exhibe las mismas se han hallado navegando por la web. No trata de obtener crédito alguno por las obras aquí expuestas.
Si su trabajo esta exhibido en este blog y no desea que sea admirado y/o conocido por el público en general, por favor, envíe un correo electrónico manifestando su necesidad de que deje de ser publicado y será inmediatamente eliminado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario